Muy probablemente estés familiarizado con estos dos términos “disciplina” y “motivación” ¿Crees que ambos son sinónimos? o ¿piensas que una esta ligada a la otra? Pues déjame decirte que ambas tienen razón y no.
Lo sé lo sé permíteme explicártelo antes de que te confunda más, no es de extrañar que todos los días te sientas motivado por algo, lo que hace que te levantes de tu cama y pongas manos a la obra para hacerlo, pero ¡opss! hay un problema que nadie te dice o al menos nadie en un principio, esa energía rebosante que tienes para comenzar gradualmente ira perdiendo efecto y solamente será como esa bebida energética que tanto adoras, te dará un buen efecto de “yo puedo con todo” pero al paso de un rato vendrá la consecuencia del bajo rendimiento o como decimos en mi país, un bajadón de energía.
Ambas son situaciones meramente normales y de efecto moral y mental, ¿cuántas veces has ido al cine a ver una peli que tanto querías ver y sales motivado por lo que paso? Hasta te da ganas de llegar a casa y empezar a hacer eso que tenías en mente o ya estabas comenzado, pero no seguiste continuándolo por pereza. Bien, ahora ponte a pensar que cuando ves un video en redes sociales, una serie, vas a una obra de teatro o simplemente oyes la historia de una persona que logro hacer algo pese a las dificultades que vivía no te entran esas ganas enormes de decir “si ese sujeto pudo, yo también puedo lograrlo” y comienza toda la realización del plan en tu mente y te proyectas como seria la vida una vez realizado ese objetivo, ¡oye! no te culpo, todos lo hacemos y es normalmente llamado una visión.
Pero ¿qué paso? esa motivación que sentiste ¿cuánto duro? ¿horas? ¿días? ¿semanas tal vez? esa energía que recorrió tu cuerpo y mente momentáneamente se llama motivación y simplemente surge de la idea de que podrás llevar a cabo lo que estás pensando, es una energía de inspiración que obtuviste por un pensamiento positivo o alguna experiencia externa a ti, llámese personal o por un tercero. Normalmente la motivación no dura mucho y es por eso por lo que dejamos esos proyectos o sueños a medias, porque ya no nos interesan como al principio, lo cual es demasiado claro si te pones a pensar que ya no tienes el mismo efecto en ti, entonces, ¿Cómo puedes acabar con esos proyectos tan deseados? No es como si pudiéramos activar un interruptor y dejarlo prendido donde diga ON para la motivación.
Bueno, eso se llamada disciplina, y siempre existirá aun cuando tengas motivación o no, la disciplina no es más que esa autogestión que debes tener pese a que el panorama no pinte bien, son esas reglas y políticas que TÚ mismo debes insertar en ti, forjarlas es duro porque estamos hablando de crear hábitos que te llevaran a cumplir tus metas paulatinamente.
Pongamos un ejemplo muy típico que a todos nos ha pasado …….
Juan es un sujeto que siempre ha vivido con unos kilos de más, él sabe que debe cambiar eso porque está afectando varios puntos de su vida, tanto sociales como de salud, pero no ha hecho nada por empezar un cambio. Un día ve a un compañero que hace mucho tiempo no veía y ¿cuál es la impresión? Que su viejo colega está en buena forma (físicamente claro) y solo recordaba que sus hábitos de comida no eran los más saludables, esto hizo sentir fatal a juan pero al mismo tiempo dentro de ese sentimiento de autocompasión nació ese deseo de ser mejor, de decir “si él pudo yo también” y regreso a su casa y tiro toda esa comida chatarra que tenía en el refrigerador, saco su ropa más ajustada y la miro diciéndole que pronto estaría usándola e investigo el gimnasio más cerca para inscribirse porque estaba decidido a cambiar el rumbo de su vida.
Juan estaba firme y decidido, pero ¿cuánto crees que le duro esos pensamientos positivos y de realización? ………………. Si así es, solo una semana, no más. ¡oh rayos maldita y limitada motivación!
Después de un torbellino de malos sentimientos hacia si mismo, supo que sería así el resto de su vida si no cultivaba buenos hábitos. Juan tomo un gran respiro y decidió empezar poco a poquito, un paso a la vez mientras el sendero estaba firme, planeo los días que iría al gimnasio y que partes del cuerpo trabajaría, no importaba si ese día llovía o estaría la mismísima Madonna dando un concierto a la vuelta de su casa, el iría a cumplir su sesión de entrenamiento, planeaba objetivamente sus comidas y aunque esa hamburguesa en la noche con su bebida de cola bien fría pareciera hablarle, sabía que estaría dando marcha atrás a todo su esfuerzo si aceptaba comerla, claro el sabía que tenía que darse ciertas recompensas pequeñas los fines de semana puesto que era una pequeña motivación y seguir trabajando en su disciplina, con el tiempo y pasos firmes, Juan obtuvo el peso que tanto quería, supo que costo decisiones firmes y no perder el objetivo de la mente, cultivo hábitos saludables y una disciplina que supo que podría lograr cualquier cosa que quisiera.
Como veras la motivación y disciplina no están peleadas, pero marcan la diferencia de la persona que eres hoy y la que quieres ser mañana. ¿y tú? ¿Este post te motivo para cultivar hábitos y forjar disciplina? Yo espero que sí.
Nos escribimos luego …………….
Diciplina Vs Motivación comentarios en «2»